Una Fortaleza de Fe junto al Mar

Un recorrido por la historia y singularidades de este emblemático templo con motivo de su 425 aniversario.

Con motivo de la exposición conmemorativa del 425 aniversario de su construcción (y 25 años de la construcción del Salvador), que puede visitarse hasta el 14 de agosto en la Casa de la Cultura (de 10:00 a 14:00h), profundizamos en los secretos de la Iglesia de la Encarnación, un tesoro arquitectónico que fusiona devoción y defensa.

Arquitectura: Sobriedad y Fortaleza

La planta de la iglesia dibuja un rectángulo casi perfecto, con la torre como elemento distintivo en su lateral izquierdo. Su aspecto exterior, compacto y cerrado, revela su doble función: lugar de culto y bastión defensivo. Las bóvedas trasdosadas —sin tejado— y los muros de ladrillo y mampostería con cimientos de piedra toba respondían a la necesidad de resistir ataques piratas, siguiendo el modelo de otras iglesias costeras.

La torre: Una obra maestra que combina sobriedad clasicista (con pilastras y vanos dobles) y detalles ornamentales, como el templete superior con cupulín de cerámica y las cuatro pirámides en las esquinas, que evocan influencias escurialenses.

Fachada principal: Presidida por la inscripción "IHS ANO 1600" en su frontón, luce dos relojes de sol restaurados en sus ángulos, testigos de su historia cotidiana.

Interior: Espacio Diáfano con Huella Contrarreformista

El interior sorprende por su amplia nave central en cruz latina, flanqueada por cuatro capillas laterales a cada lado, con arcos de medio punto y bóvedas de cañón. Destacan:

La cúpula deprimida del crucero y la bóveda de horno del presbiterio, decorada con pinturas.

Las pechinas de la capilla mayor, que exhiben los escudos del arzobispo Pedro de Castro, impulsor de la obra.

Una cornisa moldurada que recorre todo el templo, unificando el espacio.

Datos Históricos: De Jerónimo Hernández a Ambrosio de Vico

Esta iglesia marcó un hito al ser la primera parroquia granadina en adoptar el estilo contrarreformista de influencia jesuítica, abandonando el mudéjar. Aunque su diseño se atribuye tradicionalmente al arquitecto Ambrosio de Vico (por su similitud con Santa María de la Alhambra), su construcción fue dirigida por el albañil Jerónimo Hernández entre 1590 y 1600.

Siglos XVIII y XIX: El interior se enriqueció con pinturas murales, hoy perdidas casi en su totalidad debido a la Guerra Civil. Solo se salvaron piezas como la escultura de la Virgen de la Antigua, orfebrería y algunas pinturas.

Función social: Además de su rol religioso, su torre servía como atalaya para vigilar la costa, y los relojes de sol regulaban la vida comunitaria.

Una Exposición para Redescubrirla

La muestra en la Casa de la Cultura (hasta el 14 de agosto) ofrece planos históricos, fotografías y detalles de su restauración, invitando a apreciar cómo este monumento ha sido testigo de la historia de Almuñécar. No dejes de visitarla para comprender por qué la Iglesia de la Encarnación es mucho más que un edificio: es un símbolo de resistencia, fe y arte.

"En sus piedras late el alma de un pueblo que miró al mar con devoción y cautela".

Horario de la exposición: Lunes a domingo, 10:00–14:00h.
Lugar: Sala de Conferencias, Casa de la Cultura (Almuñécar).